Como nos piden que no pongamos poesías tan tristes, vamos con ésta que es la mar de divertida, fascinante, brillante, casi despepitante. Tuvo lugar en este castillo de Italia que visitamos este verano.
sábado, 22 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario